domingo, 19 de enero de 2014

Historias de hipnosis y otros trances


Ayer sábado tuve la suerte de recibir un buen regalo de una mejor amiga: Gema Parrilla, psicóloga del Gabinete psicopedegógico Clyope, me había invitado a un taller que impartía junto a Jose Luís Sánchez, presidente de la Asociación Española de Hipnosis.

El objetivo del taller, de más de seis horas de duración, era compartir con los asistentes algunos conceptos básicos sobre la Autohipnosis. Este taller habría un ciclo de talleres de formación que se irán impartiendo en el centro durante todo el año.

¿Qué puedo decir sobre esas casi siete horas que estuve alli? Me cuesta ser breve, pues la generosidad de quienes impartieron el curso hizo que el día estuviera lleno de reflexiones interesantes, experiencias sorprendentes, ideas que abrían nuevas reflexiones en mi cabeza, y otras que me ayudaban a confirmar sospechas e intuiciones que ya tenía.

Cuando me apunto a hacer algo, ¡realmente es para hacerlo a tope! así es que cuando pidieron a alguien que hiciese de conejillo de indias... ¡allí estaba yo! ¡por supuesto!

"¿Qué si me importa que me hipnoticen mientras me siento en medio de todo e grupo?" (me preguntó Gema)

" ppppfffff ¡para nada!" 

Jose Luís y Gema demostraban su profesionalidad una y otra vez, y por supuesto, aunque me utilizaron de cobaya, por lo menos trataron de asegurarse que "el animalillo" no sufriera... (es broma)

Y no sufrí. ¡Claro que no!

Quienes me conocéis ya sabéis que soy "psicóloga de escenario", y quienes no me conocéis aún...vais a entender el porqué de esta expresión en cuanto leáis un par de entradas más de mi blog.
(Si es que os quedan ganas de hacerlo)

La experiencia fue sorprendente para mi. Nunca había pasado por nada igual. Pero también fue muy relajante, y me demostró que, intuitivamente, cuando yo misma trato de calmar mi ansiedad, o acompaño a alguien para ayudarle a aliviar la suya, suelo utilizar herramientas similares a lo que hicieron conmigo.

¡Mis alumnas de danza conocen esta faceta mía muy, pero que muy bien!

Jose Luís Sánchez, hombre sabio, y "psicólogo tardío", como él mismo se define, no se cansó de repetirnos dos ideas que a mi se me grabaron (será seguramente por el estado de trance inducido...):

1.- El estado de trance al que se llega a través de la autohipnosis, no es algo extraño ni artificial. Es un estado cerebral que cuando éramos niños lo experimentábamos continuamente (si los adultos cercanos lo permitían, claro está), y se corresponde con ese estado alterado de conciencia al que en ocasiones accedemos cuando logramos tener nuestra atención totalmente focalizada en algo, y entonces la respiración se calma, la noción del tiempo se pierde, y lo que está fuera desaparece... Algunos lo llaman meditación transcendental, los egipcios lo llamaban "el sueño mágico", otros lo llaman "trance".

2.- El entrar en este estado durante unos minutos todos los días, nos permite, además de mantener a raya síntomas asociados a la ansiedad, facilitar el diálogo entre nuestro consciente y nuestro subconsciente, lo que abre vías de auto-conocimiento personal de tremenda importancia para recuperar y mantener nuestra salud a todos los niveles.

Ya veis que me resultó tremendamente inspiradora la experiencia. Me gustará tener ocasión para seguir aprendiendo más cosas sobre la hipnosis y la auto-hipnosis, que por supuesto no tiene nada que ver con la imagen del hipnotizador haciendo que todo el público empiece a cacarear...
(Por lo menos yo no tengo recuerdo de haber cacareado)

Sólo una idea más que Jose Luís compartió con nosotros y que espero haber captado correctamente:

"Los humanos utilizamos la racionalización para explicar lo que ya sabemos y lo que ya hemos decidido anteriormente. 

Somos capaces de explicar y justificar todo. A posteriori. 

Es por esto que nos hacemos llamar "seres racionales". 

Pero no nos engañemos, los humanos somos seres emotivos, sensibles, fundamentalmente, que captamos gran parte de la realidad por otros medios que no son los racionales, y es principalmente desde ahí, desde el subconsciente, desde la intuición y la emoción, desde donde tomamos las decisiones, sobre todo las más importantes".  

He traducido a mis propias palabras lo que Jose Luís dijo. Interesante reflexión, de la que se pueden sacar interesantes conclusiones. Os dejo esta tarea para cada uno de vosotros...

Sea desde la meditación, la hipnosis, la relajación, la danza, la música,...,conviene mantener fluídos y abiertos los canales de comunicación entre nuestro consciente y nuestro subconsciente, básicamente porque en ocasiones, es en el subconsciente donde verdaderamente encontramos la respuesta a muchas preguntas sobre quiénes somos, cuáles son nuestras necesidades, y nuestros deseos.

Gracias al equipo de Clyope por haber organizado este curso.

Gracias a Jose Luís por tanta humanidad, tanta sencillez, tanta sabiduría y tanta generosidad.

http://www.clyope.com/

 



 

 

         

miércoles, 15 de enero de 2014

Historias "a voces"...

Nada me gusta más que una buena historia...

Me encanta escucharlas, y (¿por qué no?) también me encanta contarlas.

En mi día a día trato de saborear cada instante, y aprender más de mí, y de los demás...

De aquí salen mis historias, que a partir de ahora compartiré con vosotr@s.

Ayer tuve una nueva sesión de canto. Sí, formo parte de un coro desde hace tres meses. Un coro aficionado, sin demasiadas pretensiones, llevado por una mujer genial, tremendamente generosa, que después de sus clases en el instituto, una vez por semana, dirige este coro. Ella se llama Teresa, y forma parte del grupo Aljibe.

Desde siempre me gustó cantar, aunque hasta ahora, nunca lo hice para mostrarlo a otras personas.

Al tratar de cantar junto con otras personas, es fascinante comprobar cuántas cosas se mueven por dentro al "dejar oír mi voz".

Durante mi formación como terapeuta bioenergético, he tenido ocasión de experimentar en mí misma, y observar en otras personas, lo que ocurre cuando alguien "deja oír su voz" por primera vez.

"¿Cuántas veces de niña me hicieron callar?"
"¿Cómo vivo mi voz?"
"¿mi voz me es útil?", "¿soy consciente de sus cambios?", "¿cómo vivo mi garganta?", "¿tengo faringitis con facilidad?", "¿dejo que mi voz se oiga normalmente...?"

Estas son algunas de las preguntas que nos podemos hacer.

La bioenergética es una de esas terapias corporales que utiliza la voz como herramienta importante de trabajo:

"Cómo sonido y sentimiento están ligados, hemos aprendido a controlar nuestra voz a fin de que no se vean nuestros sentimientos. Podemos hablar en un tono liso, carente de emocionalidad, que niega todo sentimiento, o bien podemos alzar la voz (volverla más aguda) para ocultar el hecho de que estamos "bajos". Esta regulación de la voz se ejerce en gran medida a través del control respiratorio. Si respiramos libre y plenamente, nuestra voz reflejará en modo natural lo que sentimos, si lo hacemos en forma superficial, nos quedamos sólo en aquel nivel de nuestros sentimientos donde podemos controlar con la conciencia la calidad de la expresión vocal."

Este texto pertenece al libro "El Gozo", de Alexander Lowen, creador de la terapia bioenergética.



Cuando se nos invita a "soltar la voz", frecuentemente conectamos con el miedo a "perder el control": "¿y si me pongo a gritar?", es un comentario frecuente.

Ayer tuve mi sesión semanal de canto, y disfruté enormemente de estar en un espacio donde me pedían que "dejase oír mi voz". Hoy siento mi garganta más abierta, mi voz la escucho más potente, y mi energía está más expresiva.

¡Por supuesto que voy a seguir cantando! ¿Os animáis vosotr@s? ¿Tenéis experiencias que queráis compartir acerca de la voz y el mundo de las emociones?

Vuestras historias son bienvenidas.